Por Robega
Cuando todo parecía que el “efecto
Salinas” no nos iba a alcanzar de “salvavidas” para mantenernos aferrados a “nuestra
fe”, apareció “un tal” Juan José Salcedo para enderezar el destino de un balón que
en dos oportunidades se había estrellado contra los palos, y final y felizmente
de soberbio cabezazo fuese a llevarlo a reposar en la red del matecaña…
Gracias a Dios y a eso hoy
podremos dormir tranquilos y permitirnos seguir soñando “un ratico” más, después
de ver y soportar que técnicamente no estemos en las mejores manos…
Siempre comienzo confiando
en la gente y ustedes amable lectores son testigos de los votos que hemos
puesto en favor del actual cuerpo técnico, pero pasado ya un tiempo prudencial
no hemos visto progresos en el funcionamiento como equipo, que es la única
manera como un técnico puede potenciar el valor de sus dirigidos…
Esta noche realmente me daba
“pena ajena” saber que el país entero observaba por televisión la pobreza
colectiva de nuestro equipo, y no veía yo de qué manera en ausencia de Esnaider
Salinas pudiésemos siquiera inquietar el sistema defensivo del “colero” del torneo…
Pero afortunadamente la presión
de la necesidad, doblegó un poco el “soberbio comportamiento” del entrenador
portugués José Domínguez, y tuvo que “echar mano” de quien en repetidas
oportunidades ha decidido dejar por fuera del equipo…
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