JUEGO POR FUEGO

Por Eduardo Yayo Hernández

El egocentrismo y los caprichos personalistas. El daño estructural de Deportivo Cali no se solucionara mágicamente con un entrenador.- Un poco por conveniencia y otro por demagogia, los dirigentes del Cali eligieron un referente- Leonel Álvarez - antes que un profesional con capacidad probada.-  No está claro si buscan la excelencia o un eventual paraguas protector.

Siempre es más cómodo buscar un entrenador al que le sobre respaldo desde la tribuna.- Aunque esa aspiración no responda a ninguna coordenada futbolistica.- ¿Qué puede saber la señora María Clara Naranjo de la capacidad de Leonel Álvarez como entrenador?

Contrataron a un entrenador para ganar, no para jugar. Parten de la idea que lo que los va a salvar de su mala gestión serán las matemáticas. No se olviden que las matemáticas no son exactas, si así fuera, ya hubieran encontrado el resultado exacto de la raíz cuadrada de 2 o de 3. - Si no hay una transformación de conceptos y de fundamentos, el futuro continuara siendo tan incierto como el pasado reciente…

El giro debe ser fundacional. Se trata de recuperar atributos de seriedad y responsabilidad. Primero la institución, luego el equipo. Pero no, los dirigentes del Cali se empeñan en tomar decisiones incomprensibles, alejadas de todo razonamiento, de un ideario, de un proyecto. Los dirigentes actuales, que demuestran un desconocimiento brutal en cada gestión, no se han enterado que el Cali perdió la identidad; la identidad una vez pérdida, es muy difícil de recuperar.

¿Por donde debería empezar a construirse la casa? Por las bases. Por una planificación sustentada. Y para eso hace falta verdadero conocimiento, sabiduría vinculada con el juego. Gente idónea.- Hacer en el Cali una verdadera revolución, no cambiarlo todo, sanearlo todo.- El poder corrompe. Muchos gobiernan para dominar. Esto se profundiza en el fútbol, un perímetro poco pensante que se deshumanizó a límites extremos.

El pasado es historia…
El futuro es un misterio…
Y este momento es un regalo…
Permiso…