(Tomado de la revista Semana)
ENTREVISTA Llegó el Mundial Sub-20, el evento deportivo más importante en la historia del país. SEMANA habló con el periodista Jorge Barraza sobre la selección y lo que significa organizar un certamen de este nivel.
JORGE BARRAZA: En absoluto. Me pareció atractiva la Copa. De hecho, hubo un campeonísimo, de esos que se dan cada tanto: este Uruguay de Forlan y Suárez. Desde 1991 es el más brillante coronado de la Copa América. Brasil ganó varias veces teniendo excelentes jugadores, pero con un fútbol retranqueiro, especulativo. A mí me hubiese gustado que hubiera más goles, pero tampoco es necesario que los partidos terminen 5 a 4 o 4 a 3 para que el fútbol sea bueno. Y, además, no recuerdo otra Copa que se haya jugado con tanta exigencia, tan a fondo y con todo el potencial como esta. Los partidos de la eliminatoria no van a ser mejores, ni más reñidos que estos. Es el fútbol modelo 2011.
SEMANA: La falta de fútbol vistoso, que agrada a la tribuna, la ve como una casualidad o como una tendencia en este tipo de torneos de selecciones...
J.B.: Lo que hay que mirar es la paridad. Antes Brasil le ganaba a Venezuela 9 a 0 y el mundo se deshacía en elogios al vencedor. Yo prefiero esto de ahora, aunque empaten 0 a 0, pero habiendo equivalencias. Me parece poco serio que en un torneo un equipo golee a otro 9 a 0, 8 a 1, como sucedía. Se supone que los contendientes deben ser fuerzas equilibradas. Y esa paridad hace que los partidos sean más cerrados.
SEMANA: Hay quienes sostienen que los torneos de clubes terminarán por desplazar a los de selecciones. ¿Qué opina de esto?
J.B.: Nunca sucederá. Un club puede alegrar a un segmento pequeño o más considerable de una sociedad, una selección moviliza a un país, la representa. El 5 a 0 es acaso el recuerdo más orgulloso del pueblo colombiano, las conquistas de Atlético Nacional u Once Caldas dos momentos alegres. No resisten la menor comparación, por eso no van a desaparecer las competencias de selecciones, porque a la gente les gusta más.
SEMANA: ¿Se le puede atribuir a un exceso de partidos el bajo rendimiento de figuras como Messi?
J.B.: No comparto la pregunta, Messi, como Argentina, jugó cuatro partidos en la Copa. Dos fueron brillantes, ante Costa Rica y Uruguay. Él estaba para ser campeón y figura del torneo, pero no tenía equipo detrás. Este es un juego de 11, no de uno.
SEMANA: ¿Se puede hablar de un nuevo orden en el fútbol suramericano? Venezuela, revelación; Perú y Uruguay, resurgen; Argentina y Brasil, eliminados...
J.B.:Sí, hay un nuevo orden, y es justamente porque se jugó con todo en esta Copa. Si no nadie tomaría en serio estos movimientos. Venezuela, hoy, está por encima de Ecuador y de Bolivia, y en línea con Perú y Colombia. Perú ha resurgido, efectivamente, pero cuidado, tiene apenas tres jugadores de calidad: Guerrero, Farfán y Vargas, el resto son de mucho menos nivel. El otro que agradó fue Chiroque, un atacante de 31 años. Brasil y Argentina quedaron eliminados, es verdad, sin embargo, Brasil debió golear al menos 5 a 0 a Paraguay, fue un empate insólito, no podemos tomarlo como nuevo parámetro. Argentina está mal, pero aún estando mal, hago este análisis: el mejor equipo uruguayo de los últimos sesenta años, dejando la vida en el campo y con un técnico excepcional como Tabarez, apenas pudo empatarle a un mal equipo argentino, con un entrenador muy pobre. Y, además, sin merecerlo. La figura del juego fue el arquero Muslera.
SEMANA: ¿Cómo explicar el éxito de Venezuela?
J.B.: Hace tiempo viene ascendiendo. Pasa que nadie lo ve, nadie se lo cree. Pastoriza les quitó el temor, Richard Páez les dio una identidad nacional y este joven Farías el atrevimiento, la bravura. Hasta la semifinal, Venezuela fue el equipo que más aportó a la Copa.
SEMANA: Y el de Uruguay, ¿se debe solo al proceso de Tabarez?
J.B.: Sin duda. Uruguay hace décadas viene produciendo buenos y muy buenos futbolistas, pero siempre los desaprovechaba. Tabarez ha hecho un trabajo excepcional. Cuando un equipo ofrece tan alta prestación anímica y futbolística no es porque se juntaron un grupo de buenos amigos, hay mucho mérito del entrenador.
SEMANA: ¿Qué se puede esperar del Mundial Sub-20?
J.B.: La gente en Colombia quiere el título de campeón. Yo apuntaría a otra cosa: a mostrar un país confiable, seguro, atractivo. Si además se da la vuelta olímpica, mejor.
SEMANA: ¿Algún jugador para seguirle la pista? ¿Algún equipo?
J.B.: James Rodríguez es un crack, debería deslumbrar. Uruguay va a andar muy bien. Argentina, como siempre, es jugadores: Lamela, Iturbe…
SEMANA: ¿Por qué ocurre con tanta frecuencia que las figuras de estos torneos no logran consolidarse?
J.B.: Muchos se consolidan, simplemente la gente no se acuerda. De Argentina, Maradona, Ramón Díaz, Cambiasso, Saviola, Aimar, Riquelme, Tevez, Di María, Messi, Agüero brillaron en el Mundial Sub-20 y se consolidaron. Y hay decenas más que no fueron de ese nivel pero que jugaron muchos años en primera, en Europa, fueron figuras en sus clubes. Lo mismo puedo decir de Uruguay, Francescoli, Polilla Da Silva, Rubén Paz… Todos destacaron en esta categoría y fueron grandes después.
SEMANA: ¿Qué le va a dejar este Mundial al fútbol colombiano además de los estadios?
J.B.: Reconocimiento internacional, 24 centros de entrenamiento de alto nivel, experiencia organizativa y el aval de la FIFA si todo marcha satisfactoriamente.
SEMANA: ¿Cómo ve el fútbol femenino en Suramérica? ¿Qué tan lejos estamos de tener ligas profesionales con estadios llenos?
J.B.: Va evolucionando, aunque lentamente. En Suramérica la mujer se ha subido al fútbol, le gusta, lo acepta, pero lo juega poco, por eso a nivel competitivo falta bastante. Para desarrollarlo más hace falta inversión de dinero, y apenas hay para el fútbol masculino, aunque las economías de la región están creciendo fuerte. El fútbol es un fenómeno que invade todas las áreas, esta no será la excepción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario