viernes, 12 de diciembre de 2014

RAZONES POR LAS QUE NACIONAL NO GANÓ LA COPA SUDAMERICANA 2.014


La final de la Copa Sudamericana, versión 2.014, se jugó entre los equipos River Plate de Argentina y Atlético Nacional de nuestro país, con partidos de ida y vuelta, en el primero, Nacional y River Plate empataron a un gol, anotados por Orlando Berrío y Leonardo Pisculichi, minutos, 34 y 66, y, en el segundo, River Plate ganó a Nacional 2 goles por 0, anotados, por Gabriel Mercado y Germán Pezzella, minutos, 55 y 59.
              
Pero por qué Atlético Nacional no ganó la Copa Sudamericana, he aquí las razones, en mi criterio, que lo impidieron:

Inicio estas potísimas razones diciendo que con llegar a la final, Atlético Nacional nos hizo esperanzar de que tenía cerca el título, es decir, ese hecho es un balance muy positivo pero al no obtener el trofeo, digamos, que no logró el gran propósito u objetivo, es decir, fracasó, a mi particularmente, me decepcionó por completo.

El planteamiento táctico de Nacional fue: 3-4-1-2, es decir, con un planteamiento más que defensivo, tres defensas, 4 jugadores en primera línea, un enganche y dos delanteros.

En el partido de ida, Nacional pudo liquidar la serie en el primer tiempo, lo tuvo todo a su favor, jugando maravillosamente pero dilapidando claras opciones de gol y, ello hizo que el rival, River  Plate, en el segundo tiempo, replanteara el juego y lo pudo emparejar y hasta ganar, digamos, que fue un partido parejo entre ambos contendientes.

Para el partido de vuelta, empiezo con decir que el D.T. Juan Carlos Osorio, desde el inició cometió garrafales errores, que los pagó muy caro, la alineación que confeccionó luego de muchos análisis terminó siendo un fiasco, dejar a su mejor Defensor Central en el banco, Oscar Murillo, le dio al rival la oportunidad de atacarlo en forma permanente por los costados (También, gran defecto del futbol Colombiano) y con la pelota quieta con centros de costado, a la hoya, que siempre encontraron a la defensa paisa, mal parada o dando ventajas, sin embargo, el D.T. Juan Carlos Osorio, con la evidencia e intenciones del rival, yo diría, que telegrafiada, nada hizo por corregir estas falencia y mantuvo para el segundo tiempo la misma defensa, y, peor aún, sólo cuando el onceno verde encajó los dos goles, fue cuando ordenó el ingreso de Oscar Murillo, yo diría, ya para qué? Con su ingreso quedó demostrado en más de una jugada lo importante que era este jugador para controlar los balones aéreos, salvó en más de una ocasión una inminente y vergonzosa goleada.

Por otra parte, coloca en la alineación titular a Álex Bernal, quien venía de una lesión y no se encontraba 100% en sus condiciones físicas, por su sector, se dieron muchas ventajas; Francisco Nájera tampoco venía siendo titular y tuvo muchas fallas defensivas; Juan David Valencia, igualmente venía de una para, por lesión, no estaba a plenitud físicamente, ni tampoco, tenía el ritmo ideal para ser titular, por su sector y con las deficiencias permanentes de Farid Diaz, esta fue la zona más vulnerable de Atlético Nacional, por ahí vinieron muchos centros con y sin pelota quieta o ventajas en marca que dos fueron goles y otras, cuando no fue la gran actuación de Franco Armani, sus delanteros desperdiciaban clara opciones de gol, como ocurrió con Teófilo Gutiérrez, que en mi criterio, fue quien más inquietó  a los defensas de Nacional, le faltó la definición para hacerse presente en el marcador.

Por otra parte, los partidos de final, además de la calidad que debe exhibir quien tenga aspiraciones campeoniles, se requiere de un extra, de lo que se denomina Jerarquía, algo que se adquiere con el roce, en el caso individual de jugadores o que tienen ciertos jugadores de algunas nacionalidades, por su recorrido internacional, ello, lo tienen los argentinos, los uruguayos, los paraguayos, de sobra, muchas veces con jugadores muy limitados, que no dicen nada pero que en finales sacan ese extra, y dan más de sus verdaderas capacidades, y algo, que se ha dado en llamar la Testosterona, la virilidad, y, creo que ello, le faltó a Nacional, que, a pesar de ser un equipo que, aparentemente podía tenerla, por su recorrido y trayectoria internacional, le hizo mucha falta, me refiero a jugadores, aparentemente veteranos, como Orlando Berrío, lo ablandaron, con la complacencia del árbitro uruguayo, que dejó las Tarjetas Amarillas en su casa, tres jugadas fuertes y lo sacaron del partido, y, peor, lo vi acobardado y entregado, los que llamamos en el fútbol, jugador amarillo, le quedó grande el compromiso, se arrugó, le faltó casta a mi coterráneo, no sé por qué, igual sucedió con Daniel Bocanegra, éste, no tan veterano, pero le vi su peor partido, sus piernas le temblaban, lució irreconocible, se dejó tragar del monstruo de las mil cabezas, las 70 mil almas y gargantas que llenaron el Monumental de River, lo vi, muy amarillo, también y qué decir de Wilder Guisao, que mostró unas excepcionales cualidades en algunos partidos de la misma Copa, igual se amarilleó en la medida que se fue haciendo importante y cuando más lo necesitábamos sacó ese amarillismo, que le mermó todas sus condiciones, este jugador, sin mucha experiencia internacional.

El mejor en la final, adelante, fue Luis Carlos Ruiz, pero carece de definición, es fuerte, encarador pero le falta gol o, a lo mejor, no lo saben utilizar. Al ataque de Nacional le faltó más contundencia y poder de definición.

Se ordenó el ingreso de Sherman Cárdenas cuando el partido era de total dominio de River y anímicamente, ya Nacional lucía entregado, el D.T. Juan Carlos Osorio, le perdió confianza y lo relegó a la banca donde el  jugador perdió confianza, era el natural socio para aumentar en creatividad, para tener el control del balón, conjuntamente con Edwin Cardona, éste, que lució sólo,  muy individualista y, además, bien referenciado y estudiado por el rival que logró casi anularlo, aunque tuvo una excelente oportunidad que no supo definir, además de que Marcelo Barovero,  le achicó muy bien el ángulo, pero este gol le hubiese cambiado la cara al partido, fue muy pero muy claro.

Nacional perdió una bonita oportunidad de ganar un título, pues tenía todo para lograrlo, pero se cometieron errores que el rival supo bien aprovechar, un River Plate, que no era un súper equipo, que no era el mejor de su historia futbolística, esto lo comparo con el caso de Colombia en el Mundial contra Brasil, en el Estadio Castelao, Fortaleza, eran equipos accesibles para los nuestros y se hace historia es ganando títulos y, a Colombia, a nivel de equipos y de Selección, para hacer historia le hacen falta ganar títulos y, ello, es lo que da la verdadera jerarquía y reconocimiento internacional. Estábamos en el momento propicio para que, luego de la excelente presentación de Colombia en el Mundial de Brasil 2.014, se obtuviera el título de la Copa Sudamericana y se ratificara ese buen momento futbolístico que vivíamos, se llegó lejos pero no se logró el anhelado objetivo.

Ahora Atlético Nacional no le queda otra que concentrarse en la Liga Postobón II, donde  debe enfrentar a Santafé, de local y esperar que Caldas derrote a Huila y clasificar a la gran final con el DIM, final paisa?, que espera al ganador del otro Grupo. Podría irse Nacional con las manos vacías, ni lo uno, ni lo otro, ni Copa Sudamericana, ni Liga Postobón II, la tiene muy difícil por el buen momento futbolístico que vive el Huila y por la magnífica dirección de Fernando “El Pecoso Castro”, que aprovechó lo que tenía de nómina y llevó lejos a los opitas. Claro está, Nacional ya tiene cupo en la próxima Copa Libertadores de América, versión 2.015, por haber sido campeón de la Liga Postobón I.

Hasta pronto amables lectores,

JORGE LEÓN CEBALLOS ACOSTA
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Especial para robegafutbol
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Cartagena, Diciembre 12 de 2.014.

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