EL FÚTBOL Y LA METODOLOGÍA
Por: Neftalí Martínez Alzate – “El Filósofo del Fútbol”
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial (1.914 a 1.918) se dio inicio a la “Guerra Física”, con una naciente irrupción de la tecnología militar en el mencionado conflicto, lo que elevó sustancialmente el número de muertos que podría haber arrojado una guerra normal sin la intervención de la ciencia.
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial (1.939 a 1.945) se dio inicio a la “Guerra Química”, ésta, ya no con una naciente irrupción de la tecnología armamentística en el conflicto, sino con un considerable componente tecnológico que posteriormente quedó “patentado” con la creación de la devastadora Bomba Atómica, arma de destrucción masiva cuyo poder deletéreo y siniestra precisión, le otorgaron la victoria a quienes tenían no sólo la información precisa sobre el enemigo, sino también el instrumento eficaz –Bomba Atómica – con qué poder doblegarlo.
Cuando estalló la “Tercera Guerra Mundial” (1.983 – 2011…) se dio inicio a la “Guerra Biológica”, desde la aparición del SIDA como “arma de destrucción masiva” creada por la tecnología científica, la misma tecnología que acéptese o no, está alterando premeditadamente el ciclo climático del planeta, con un esperpento denominado “Geoingeniería”. La misma tecnología pero esta vez desde la microbiología, que sigue creando más epidemias virales con sus respectivos fármacos antivirales, y su invención mercantilista de los medicamentos presuntamente “antidepresivos”, todo esto, parte de una siniestra estrategia especulativa que genera terror y que tiene como principal objetivo, satisfacer la insaciable voracidad de la Industria Farmacéutica liderada por Estados Unidos y Europa, aumentando a mayor escala la demanda de sus medicamentos en el mercado mundial.
Entiéndase por “Tecnología”, el conjunto de conocimientos técnicos ordenados científicamente para satisfacer las necesidades esenciales de las personas. En el fútbol el equivalente de esa siniestra tecnología utilitarista que va en contravía de su verdadero sentido, es el que tiene que ver con la absurda Reconceptualización de sus bases metodológicas, que son por así decirlo, las herramientas tecnocientíficas del fútbol. En palabras más simples, es el MÉTODO y su acertada aplicación, el que determina la verdadera evolución en el fútbol, según el color del cristal con que se mire. Se entiende por “Método”, la manera sistemática, ordenada y coherente para llegar a un fin determinado; lo que no se consigue tan fácilmente apoyándose únicamente en la gran capacidad de un entrenador, en las grandes condiciones técnicas de unos jugadores, ni en la suma de ambas.
Al ser el fútbol un juego altamente situacional y multifactorial, precisa de ciertos parámetros científicos que vienen a ser luego la base de su metodología, con la que se busca potenciar y optimizar la capacidad individual del futbolista, haciéndola funcional dentro del concepto de trabajo mancomunado en equipo. Si en algo tiene absoluto sentido la aplicación del método en el fútbol, es precisamente en lograr articular armónicamente sus individualidades, tal y como se logra en las grandes orquestas, en las que cada músico tiene un trabajo partiturizado y una participación específica dentro de la obra musical que se ejecuta, pero es finalmente el talento de los músicos, el que le da a la obra musical ese toque de esplendidez y maestría. No podría lograrse tal excelsitud, si fuesen cambiados caprichosamente las bases conceptuales de su metodología, como sí sucede muy a menudo en el fútbol.
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