lunes, 20 de junio de 2016

A buscar el equilibrio...

Por Ruby Morales



Terminada la primera fase del Torneo Águila  donde se jugaron 16 laaaaargas fechas, que  no otorgan ningún premio,  pero de algo debe servirle a técnicos, directivos periodistas y aficionados;  sacamos en limpio cifras  en medio de la polarización por la actuación de Colombia en la Copa América Centenario.  Miremos como le fue al equipo que inició el torneo dirigido por Hubert Boderth en cuatro fechas  y terminó con  Giovanni Hernández en las 12 restantes, desde la zona técnica.

Trataré de ser precisa y coherente en los aspectos a tratar. Primero me referiré  a las  contrataciones. Solo  faltó  sacar en  el carro de bomberos a algunos de  los que llegaron a enrolarse al conjunto heroico. Si algo aprendí en mi paso por el periodismo deportivo y específicamente en lo concerniente al conjunto heroico, es que  no se le puede llamar REFUERZOS a cualquiera de los nombres rimbombantes que llegan a la ciudad,  porque se perder el lustre.

En la Heroica pasa algo raro. Todavía no entiendo porque el universo conspira contra nosotros de esa manera. Mientras que en otra parte los astros se alinean para favorecer,  por estos lados como que se ponen  de  acuerdo para que todo nos salga al revés; porque  bastantes casos hemos tenido de jugadores que vienen con un vestigio de figurones y llegan a Cartagena y nada o muy poco positivo pasa con ellos.

Definitivamente  aprendí  a decir  que son CONTRATACIONES y solo el transcurrir de los partidos determina si  son refuerzos o no.  De los que llegaron para esta temporada, MUY POCOS pasan el examen. Más de uno quedó debiendo futbol  y goles. Afortunadamente para quien o quienes los contrataron, en esta primera fase del torneo  todos los márgenes de error son posibles, sin que se cobre  nada por ellos.

Entrando ya en el desempeño futbolístico del onceno, oí decir al Gobernador Turbay en Barranquilla cuando luego del empate como visitante fue licenciado, que “Boderth se estaba muriendo de hambre con la nevera llena”. Pues  en ese orden de ideas,  el señor Hernández Soto se atragantó. Porque prácticamente los jugadores que no puso el licenciado técnico Bodhert, muy  poco los utilizó él mismo,  porque no estaban en forma ya fuere por lesiones o falta de ritmo. 

Al estadio Jaime Morón había que ir a hacer fuerza  y esperar que el cielo nos amparara. Lo digo porque el equipo no tuvo una clara expresión futbolística. Pasaron los partidos y creo que ni usted ni yo podemos decir aun hoy, a que jugaba el onceno local.  O el D.T. Hernández no supo sacar lo mejor de sus dirigidos  o ellos no entendieron o no pudieron dar lo que el timonel les proponía.  No hablo de jugar bonito.  Eso en el futbol-negocio de hoy día muy pocos equipos en el mundo lo hacen.  Hablo de jugar BIEN, eso que de tranquilidad a quienes llenan las gradas.  Porque si algo tiene y ha tenido este equipo es hinchada y medios de comunicación arropándolo.

Examinando los encuentros jugados y lo que sucedió en los minutos disputados, nos encontramos con que Real Cartagena tuvo picos altos y bajos en los partidos (cosa que es natural hasta en los equipos más encopetados) pero que si se mira con detenimiento, notaremos que hubo hechos repetitivos que  dieron al traste con haber conseguido más puntos y sobre algunos de ellos habrá que trabajar mucho.

Tuvimos un onceno con dificultades para mantener una diferencia positiva de goles, al que le hicieron más de un gol desde el saque de banda, al que le costó mucho rematar los partidos con un marcador a su favor y el que tuvo una racha negativa de 8 partidos seguidos recibiendo goles. ¿Usted se imagina donde todo eso pase en el segundo semestre cuando se jueguen instancias concluyentes e  incidan  en el anhelado ascenso?

Por un lado, el equipo  siempre se manejó bien los primeros 15’ de cada juego ya que  no le marcaron y marcó dos tantos.  De ahí en adelante la cosa tendía a mejorar, siendo los minutos más productivos del 31 inclusive al 90, cuando consiguió  16 de los 19 tantos (aparecen 20 marcados, sólo que uno fue autogol de Carabalí en el juego ante Quindío). 

En cuanto al comportamiento defensivo, en los primeros cuartos de hora Real Cartagena  siempre se mostró concentrado, bien dispuesto a neutralizar al rival;  de hecho no recibió goles entre los minutos 1 al 15, siendo además que entre los  minutos 61 a 75, tampoco le marcaron.

El galimatías  se formaba entre los minutos 16 al 30, y  del 76’ al 90’, cuando  el Real Cartagena recibió el mayor número de goles: 13 de los 18 que vio entrar en su valla. En gran parte de los encuentros, el equipo remató mal su accionar.

Aquí se empiezan a buscar razones.  Tengo claro que una de ellas tiene nombre propio.  Humberto Mendoza, el zaguero central-capitán. Apreciado lector, repase imágenes del conjunto heroico empatando o perdiendo en los últimos minutos de varios partidos.  ¿Quién viene a su mente saliendo desde el fondo con sorpresa? Si señores, el capitán Mendoza. Esto nos lleva a dos conclusiones. Una que Mendoza no debía salir  dejando la zaga desordenada  y la otra,  que  los relevos posicionales no funcionaron. 

De 16 partidos jugados, Real empezó perdiendo en 9. Logró revertir el marcador en 3, igualarlo en 3 y en 3 terminó como empezó, o sea perdiendo.

Al onceno cartagenero le fue mejor cuando marcó dos (2) goles. Con ese número de tantos, ganó tres partidos, empató dos y NO perdió. Cuando marcó tres goles y cuatro goles, ganó dos juegos.  En los segundos tiempos marcó doce  goles y recibió 10.  El equipo se fue en  blanco en 6 encuentros, de ellos empató en 3 y perdió en los otros tres.

Queda bien claro que el D.T. Hernández Soto y la directiva tienen varias tareas para lo que viene: Encontrar a los jugadores que interpreten lo que él quiere (una de ellas el trabajo por las bandas para  encontrarle afinación al futbol que plantea, traer verdaderos REFUERZOS  que marquen la diferencia que se necesita e incorporar el chip que recuerde que los partidos duran….hasta que el árbitro pita.  Recordemos todos, que Giovanni Hernández es técnico en ciernes….que se acostó como jugador y se levantó como D.T. y que inclusive él, está en pleno proceso de aprendizaje…. Así es que…. Paciencia es lo que se necesita.  




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