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lunes, 26 de septiembre de 2011

UN MENSAJE PARA LEONEL/ Por Neftalí Martinez Álzate


UN MENSAJE PARA LEONEL
Por: Neftalí Martínez Alzate – “El Filósofo del Fútbol”



Es hora de ir acabando con el mito alusivo a la indispensabilidad del “buen momento” de los jugadores en sus  respectivos clubes, como único y principal factor de convocatoria a las próximas eliminatorias al mundial Brasil 2014.

El hecho de que nuestros jugadores anden inmejorablemente bien en sus clubes, NO significa que debe darse por sentado que su rendimiento en la Selección va a ser medianamente parecido.

¿Qué nos dice la experiencia? Que en un alto porcentaje los jugadores convocados por su “gran momento” en los clubes donde juegan, NOalcanzan ni el 50% de su rendimiento habitual en la Selección Nacional. ¿Quieren un buen ejemplo de ello? ¡Hugo Rodallega!

Leonel va a tener que ir haciéndose a la idea de que la clave NO está en el “buen momento” de los jugadores que él convoque a la Selección, sino en la impronta del cómo jugar de su equipo y de cuáles serían los jugadores que por sus características, bien podrían ajustarse al estilo visualizado por él como entrenador de la tricolor.

Otro mito con el que también hay que acabar es con aquel del “seleccionador” por encima del buen entrenador, dizque por su presunta experiencia en eliminatorias. Bielsa antes de ser un seleccionador fue un entrenador, y así todos los demás seleccionadores lo fueron, y construyeron su experiencia en eliminatorias a partir de primeras oportunidades.

Así que “doctor” Vélez, NO meta caña pa’ sacar guarapo, porque Leonel sí parece saber lo que está haciendo, a pesar del freno de mano que le metieron los federativos al ponerle a Julio Avelino dizque como su “asistente y/o asesor”. Como siempre los dirigentes de la Federación Colombiana de Fútbol, maquinando futuras trapisondas, por si el técnico elegido no acepta las mezquinas imposiciones de los “mercenarios” que lo nombraron por descarte, para luego ponerlo de paticas en la calle si los desobedece. ¿Y su posible reemplazo? ¡Su asistente! Un mercenario de apellido Comesaña.

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