Por JORGE LEÓN CEBALLOS ACOSTA
Contra todos los
pronósticos, tal y como aconteció con Real Madrid y Barcelona, esta vez, Bayer
Munich, flamante favorito, recibió la sorpresa de su rival, el equipo Inglés,
Chelsea, que lo derrotó por la lotería de lo pénales, luego de jugar los 90
minutos y el tiempo extra, de 30 minutos, manteniendo la paridad 1 por 1 (4
Pénales por 3).
Tenía todo para
ganar el Bayer Munich, le correspondió jugar en su propio Estadio, el Allienz
Arena, ante su público, tuvo más tiempo el balón, creó más opciones de gol,
erró un Pénal en el tiempo suplementario, por su estrella Arjen Robben.
Nos deja de lección
esta final de la Liga de Campeones de que no es suficiente, ni es un axioma
decir en el fútbol, que para ganar no sólo se requiere ser el mejor, tener mas
el balón que el rival y ejercer el dominio territorial, si no también, antes
que ello, la efectividad y un poco de suerte, son factores determinantes en
cualquier deporte y, el fútbol, no es la excepción.
Transcurrían 88
minutos de juego, con dominio total del Bayer Munich en todo sentido, en el
marcador, en la tenencia del balón, en el dominio territorial, en las opciones
de gol, sólo se aguardaba el pitazo final de los 90 minutos por parte del Portugués,
Proenza, para que el Bayer Munich se alzara con la Copa de Campeón, sin
embargo, un jugador como Didier Drogba,
otro fuera de serie, capitaliza un cobro de Tiro de Esquina y de soberbio
cabezazo decreta el empate y el inicio de lo que sería la obtención del título.
En todos los
deportes, los partidos no se ganan antes de jugarlos o por nóminas, deben
efectuarse y sólo al final se conoce el ganador, es lo que ha acontecido con el
menos favorito, el Chelsea, que sin jugar atractivamente para los espectadores,
con un esquema netamente defensivo, fue demoliendo a su rival, dejó que hiciera
el gasto y al final le propinó una hartera puñalada arrebatándole un título que
tenía en el bolsillo el Bayer Munich.
Tal vez, para los
amantes del buen fútbol, no ganó el mejor pero sí, quien fue más efectivo y ese
fue el Chelsea, que logra así su primera Liga de Campeones en su largo
historial.
La final de la Liga
de Campeones fue hermosa en cuanto a lo que vivieron los aficionados, la
mayoría hinchas del Bayer Munich, pero con unos hinchas Ingleses que se
hicieron notar en el Estadio a pesar de ser minoría. Fue un ejemplo de que el
deporte es para disfrutarlo en Paz y Armonía, no hubo desmanes, en general, el
comportamiento del público fue excelente y se vivió una verdadera fiesta
deportiva. Que viva el deporte y que viva el fútbol.
JORGE LEÓN CEBALLOS ACOSTA
C.C. No 73.071.307
de Cartagena.
Especial para
robegafutbol
Cartagena, Mayo 21
de 2.012.
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