Tomado de EL TIEMPO
El actual presidente de Santa Fe se siente como uno más del plantel que este domingo ganó el título.
Nada ha sido fácil para César Pastrana desde que aspiró a la presidencia de Santa Fe. Los miembros de la junta directiva se dividieron. Nadie tomaba partido entre Juan Andrés Carreño y él, para suceder a Armando Farfán.Tuvieron que pasar varias reuniones, para que finalmente en marzo del 2010 la balanza se inclinara a favor del administrador de empresas bogotano. Venía de presidir la Liga de Fútbol de Bogotá y como hombre del fútbol aficionado, no estaba acostumbrado a manejar grandes cifras, pero tampoco a recibir solo saldos en rojo, como los que encontró en la sede 'cardenal'.
"El verdadero gerente es el que sabe administrar pobreza", fue la frase de batalla de Pastrana, con la que fue revitalizando de a poco las finanzas y, sobre todo, recuperando la confianza de la empresa privada, que ante la mancha de presuntos dineros oscuros en administraciones anteriores, se apartó.
Sin flujo de caja, pero todo el entusiasmo por sacar adelante al equipo de sus amores, el presidente golpeó de puerta en puerta y ahora la camiseta albirroja, que durante varios meses solo tuvo el escudo en el pecho, cuenta con cuatro patrocinadores.
El semblante fue mejorando y en lo deportivo respaldó el proceso que nació con Arturo Boyacá y continuó Wilson Gutiérrez, en el que el apoyo a las divisiones menores, primero por necesidad, pero también con plena convicción, les abrió paso a jóvenes valores.
"Ellos son el principal activo del equipo y por eso le seguiremos apostando a la base", asegura Pastrana. Los resultados en la cancha saltan a la vista, pero a nivel administrativo, el presidente también tiene razones para sonreír.
"La transformación de corporación deportiva a sociedad anónima es un gran paso", asegura el presidente, mientras muestra orgulloso la placa con los 65 socios fundadores de la S.A., que ya reposa en el segundo piso de la sede.
A ellos espera que se sumen miles, cuando salga la primera emisión de acciones dentro de dos meses. Pastrana se siente uno más del equipo campeón, pero los jugadores no lo consideraron así. El 'presi', como le llaman, resultó siendo el motor principal para que todos llevaran al 'Expreso' hacia la gloria.
Fabián Rozo
Redactor de EL TIEMPO
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